Utilizar nuestro teléfono inteligente para depositar nuestros datos personales y financieros más privados en un dispositivo es cosa de todos los días. Siendo así, nunca está de más recordar que no estamos exentos de ser víctimas de un delito…
Es fácil pensar que los ciber-ataques son cosa de película, pero aquí te mostramos una lista de situaciones que te hacen vulnerable desde la pantalla de tu Smartphone.
No actualizar tus apps
Cuando usas una app no actualizada a su versión más reciente, esta es más vulnerable a ser hackeada y tus datos robados. Lo mejor es que permitas que tu sistema operativo o tienda de aplicaciones actualicen automáticamente todas las apps, o por lo menos las de uso más frecuente.
Usar redes públicas
El Wi-Fi gratis del aeropuerto o de la estación de autobuses puede parecer tentador y es cómodo de usar, pero al tratarse de redes públicas, estas son mucho menos seguras y muy vulnerables a robo de datos. Nunca hagas compras o transacciones bancarias mientras estés conectado a una red pública.
Autorizar accesos a tus redes sociales
Muchas apps o servicios de entretenimiento te solicitan tus cuentas personales de Instagram o Facebook como credencial… cuidado a quién le entregas ese permiso. Procura que sean sitios o funcionalidades verificados, o por lo menos que estén respaldados por un sitio web de confianza –FaceApp no es una de ellas-.
Ya lo sabes, un poco de tu atención en los detalles aparentemente inofensivos pueden hacer la diferencia entre convertirte en víctima de un delito cibernético o no.