Tener una piel sana es una tarea que requiere de dedicación, esfuerzo y cuidados diarios, lo más importante es que debes comenzar hoy mismo, ya que mañana, tu rostro te lo agradecerá.
Compartiremos contigo algunas recomendaciones básicas para que comiences a formar tu rutina de limpieza facial.
1.- Conoce tu tipo de piel
Para comenzar es importante que conozcas qué tipo de piel tienes, si se trata de una piel mixta, que tiende a desarrollar impurezas en la zona T, o una piel seca, cuya principal característica es que tiene un aspecto áspero y/o descamado; si tu cara es brilloza y tiene poros de gran tamaño, se trata de una piel grasa y finalmente puedes tener una piel sensible si afecta su apariencia drasticamente ante factores externos o se enrojece con frecuencia.
Ahora que tienes una idea de qué tipo de piel puedes tener, puedes contar con un excelente punto de partida para iniciar sus cuidados.
2.-Establece un horario
Es necesario asignar un periodo de limpieza de rostro, lo ideal es que lo realices por las noches, ya que de esta manera eliminarás todas las impurezas que se adirieron durante el día en tu cara.
Puedes comenzar con agua y jabón, dando un ligero masaje en tu rostro y después enjuagar y secar totalmente la superficie de tu rostro.
3.- Elige el producto adecuado
Existen muchas posibilidades hoy en día de productos de cuidado de la piel, una vez que tengas identificado tu tipo, investiga cuáles son los indicados para ti.
Recuerda que es importante que pruebes con diferentes presentaciones hasta encontrar la que mejor se adapte a tu tipo de piel, si al aplicarla o después de su uso detectas que te lastima suspende su uso inmediatamente.
4.- Constancia
El cuidado de la piel del rostro es una actividad que debe realizarse todos los días, de esta manera podrás ver resultados al corto plazo y lo más importante, comenzarás a fomentar un hábito de higiene que te permitirá tener un buen cutis en el futuro.